Las personas que tienen COVID-19 pueden contagiar el virus a otros. Si recibe un resultado positivo de la prueba de COVID-19, aunque esté vacunado o nunca tenga síntomas
Las personas que tienen COVID-19 pueden contagiar el virus a otros. Si recibe un resultado positivo de la prueba de COVID-19, aunque esté vacunado o nunca tenga síntomas
Una prueba PCR tiene mayor eficacia que una prueba de antígeno. Es más probable un falso negativo en una prueba de antígeno, ya que solo detecta las proteínas en la superficie del virus, las cuales en la mayoría de los casos no se presenta si no hay síntomas.
Cuando hay síntomas de sospecha, se puede aplicar una prueba para descartar Covid-19, según la valoración de síntomas, se valorará el tiempo y tipo de prueba adecuado.
Antígeno: Detecta las proteínas que se encuentran en la superficie del virus, detecta si una persona está enferma de covid-19, con mayor eficacia en las personas con síntomas PCR: Detecta presencia del material genético del virus, para personas que estuvieron expuestas a un posible contagio, misma eficacia en personas sintomáticas o asintomáticas.
Muy parecidos a las previas variantes: Dolor de garganta, congestión o escurrimiento nasal, tos seca, dolor de articulaciones, escalofríos, cansancio, fiebre. No hay información que demuestre que la variante Ómicron provoque síntomas diferentes a los de la COVID-19 y otras variantes del virus.
Es probable que la variante Ómicron se propague con mayor facilidad que el virus original del SARS-CoV-2; aún se desconoce la facilidad con que se propaga la variante ómicron en comparación con la variante Delta.
El periodo de incubación es el tiempo entre la exposición y la aparición de los síntomas. Hasta el momento se cree que puede ser de 1 a 14 días y con la nueva variante Ómicron, según lo indicado por la OMS, puede tardar entre 3 a 5 días.
Sí, es posible; el haberte contagiado previamente no te exenta de un nuevo contagio. La única manera de prevenirlo es continuar con todas las medidas sanitarias, como uso de cubrebocas y lavado de manos constante.
El virus puede propagarse a través de pequeñas partículas líquidas expulsadas por una persona infectada por la boca o la nariz al toser, estornudar, hablar, cantar o respirar. Al inhalar dichas partículas o entrar en contacto con ojos, nariz o boca.